
INVESTIGACIÓN ORIGINAL / ORIGINAL RESEARCH Carrillo-Cayllahua M. et al.
Visionarios en ciencia y tecnología 2021; 6:132-137. 133
Inuencia del apoyo del acompañante durante el
trabajo de parto en un Hospital de Huancayo
INTRODUCCIÓN
El presente artículo se reere al tema de apoyo
del acompañante durante el trabajo de parto, que se
dene como el “proceso por el cual la gestante recibe
asistencia, cuidado y compañía de una persona de su
elección durante el trabajo de parto, parto y puerperio”
(1). El embarazo y en especial el parto representan
un momento crítico en la mujer desde una vista
psicológica, ya que puede resultar ser un acontecimiento
estresante debido al nivel alto de ansiedad, tensión,
desconanza y miedo que este proceso puede generar
en la mujer (2,3), la cual hace que sea más vulnerable
inuyendo negativamente en el carácter y duración
del parto y aumentando la posibilidad de presentar
complicaciones obstétricas. Es por ello, que durante
el proceso del trabajo de parto se debe asegurar que
el ambiente ofrezca conanza, privacidad, comunique
respeto y eviten factores estresantes; del mismo modo
es necesario que la mujer cuente con el apoyo de un
acompañante; pudiendo ser éste, la pareja, la madre, la
hermana, o cualquier otro familiar o amigo de elección
(4,5). El apoyo del acompañante durante el trabajo de
parto podría resultar benecioso durante el desarrollo
del mismo, al encontrarse en un entorno agradable, de
apoyo íntimo (6). Por lo anteriormente mencionado y
teniendo en cuenta que las mujeres deben elegir a la
persona que les proporcionara apoyo durante el trabajo
de parto y teniendo en cuenta que en la actualidad
existe poca información e investigaciones que nos
permitan identicar cuál es la inuencia del apoyo del
acompañante durante el trabajo de parto y cómo es
dicho apoyo amerita plantear nuevos estudios.
Dentro de la realidad problemática mencionaremos
que desde el año 1985, y hasta la fecha, la OMS
recomienda intervenir en el parto solo de ser necesario,
debido a que el parto normal es un proceso saludable
(7). Así mismo la OMS publicó la Declaración de
Fortaleza; documento en el cual se recomienda “…
Estimular la presencia de una persona que la mujer
elija para que la acompañe durante el trabajo de parto
y el parto” (8).
Así mismo, Mucio et al., (9), recomiendan la
presencia de un acompañante durante el trabajo de parto
debido a que mejora los resultados maternos y perinatales
y la satisfacción de las mujeres con los servicios de
salud. Además, uno de los factores que generan el
no cumplimiento de consignar un acompañante en el
trabajo de parto es que los profesionales de la partería
no siempre conocían la política o el protocolo de su país
para implementarla (10).
En España recientemente, se dio a conocer que las
medidas llevadas a cabo en un Hospital de Zaragoza
se están optando por la separación de la mujer de su
acompañante durante la fase de dilatación debido al
contexto de la pandemia actual. Sin embargo; esta
medida, niega el derecho de la mujer a permanecer
acompañada durante la dilatación evitando los
benecios que arma la OMS de contar con la pareja
en este proceso (11).
En muchos países de América Latina, el
acompañamiento durante el parto está legalmente
asegurada por normas, actualmente vigentes, que
promueven el parto humanizado (12); tales son los
casos de Puerto Rico (Ley Núm. 156 del año 2006),
Uruguay (Ley Nº 17.386 del año 2001), y Argentina
que cuenta con la Ley N° 25.929 desde el año 2004,
donde menciona que toda mujer “tiene derecho a
estar acompañada por una persona de su conanza y
elección en el momento del parto” (13,14).
En el año 2015, el estado peruano aprobó el
proyecto de Ley 1158/2011-CR, que consiste en
la promoción y protección del derecho a un parto
humanizado y a la salud de la mujer gestante y el
recién nacido, haciendo mención en el artículo 3
: “Toda mujer durante el desarrollo del embarazo,
trabajo de parto, parto y postparto, tiene los siguientes
derechos: …A ser acompañada por una persona de su
elección y conanza durante el trabajo de parto, parto
y post parto, garantizándose este derecho a través de
las recomendaciones y cumplimiento de los protocolos
a que hubiera lugar” (15).
Ley que se viene aplicando en algunas instituciones
prestadoras de servicios de salud incluso mucho antes
de su vigencia, ya sea como parte cultural del proceso
reproductivo, o algo más estructurado como el caso
del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) de
Lima, que tiene implementado los programas Parto
con acompañante y Papá canguro desde el año 2007
gracias al cual durante el año 2015 se produjeron más
de ocho mil partos con la presencia de papás (15). “...
El número de partos con acompañante en el INMP
se ha incrementado en más de 10 veces desde su
implementación, esto representa para el 2016 el 49%
de un total de 11047 partos anuales…” (16).
A pesar de ello, existen reducidos estudios que
revelen cuál es el apoyo brindado por el acompañante
(pareja, madre, suegra, u otro familiar) y cómo
inuye éste en el trabajo de parto; sea beneciando
o no al binomio madre-hijo (17). Sin embargo, se ha